Doble campo de batalla
Q uizás sea por la similitud del temario o quizás la nostalgia de añorar un tiempo que no volverá, pero recuerdo ahora aquellas noches de tercero en las que era imposible concentrarse delante de los apuntes de Hª del Periodismo Universal. Noches en las que las latas de Burns y los fluorescentes invadían la mesa como si de un campo de batalla se tratase. Y sí, ciertamente lo era: una lucha por mantener dos minutos la atención en el primer párrafo, pero también una lucha para llegar a conquistar todo lo que, a día de hoy, podemos decir orgullosos que hemos conquistado. Añoraré esas noches por dos motivos , uno es el fin de una etapa universitaria y el otro, ya se lo imaginarán ustedes, es seguir escribiéndome notitas mientras estudiaba con esa persona que tanto aporta en mi vida. Pero eso sí, él sigue subrayando mi día a día de azul.