Perdemos el tiempo demasiado.
Desde los más inteligentes hasta los más torpes. Todos, tenemos ese jodido vicio, un vicio tan fuerte, que muchos estamos enganchados a él. Digo estamos, porque yo soy la primera. Parece que la estabilidad de la situación acentúa aún más esta perdida. Es curioso como la rutina nos aburre y nos deja en un estado de “stand by” en el que no podemos aprovechar todo lo que deberíamos, es más, nos perdemos infinidad de cosas. Sin embargo, cuando algo es nuevo para nosotros, un buen ejemplo sería el de un viaje, ahí si que no queremos desperdiciar ni un solo segundo. Queremos verlo todo, hacer todo lo que se pueda hacer, salir todo lo que se pueda salir, comer todo lo que se pueda comer, y dormir lo mínimo posible para no desaprovechar el tiempo. ¡Cuánta ironía! ¿Somos conscientes a caso que la simplicidad conlleva muchas veces a la felicidad? No hace falta irse muy lejos para conseguir, como si fuesen trofeos, grandes momentos que recordar. Debemos tener en cuenta que el tiempo no es algo qu