Intentó evitarlo y no supo cómo. Durante años esquivó todo atisbo de un reflejo que repudiaba, pero sabía inequívocamente que no podría mantener alejadas aquellas turbias reminiscencias durante mucho tiempo más. Y así, sorteando oportunidades, llegó la situación: el momento en un día nublado que amenazaba tormenta. Llegó atronadora la ocasión como atronador había entrado septiembre. Era el momento de afrontarlo y se introdujo en una habitación llena de espejos. Ni un solo hueco en aquellas paredes quedaba al desnudo, cada milímetro de la estancia quedaba recubierta con un cristal que destellaba reflejos antagónicos. Verse allí le resultó insoportable, odiaba todo lo que proyectaba. Ni siquiera la parte derecha de su reflejo, esa que se supone positiva, compensaba el dolor profundo que desfiguraba todo lo que allí vio. Pero aún más insoportable fue intuirse encerrada cuando la puerta selló toda posibilidad de escapar. Sufrió y se torturó a sí misma por sentirse juzg
Sigiloso, de puntillas, casi sin haber notado su presencia, Enero ocupa ya su lugar en nuestro pasado. El mes de las promesas que NO vamos a cumplir, las dietas que NO vamos a seguir o los proyectos que jamás llevaremos a cabo, se ha despedido. Ése, el mismo que hace nada nos invitaba a desayunarnos la vida y a bebernos el café de cada mañana con renovadas ansias de oportunidad , ése ya nos ha dejado y apenas nos hemos dado cuenta. Un adiós insípido, fugaz, poco doloroso que nos hace testigos, una vez más, de que el primer mes del año es tan sólo una pequeña introducción a los 11 restantes, igual que el índice de todo buen manual o como el paseo por los alrededores del hotel de un turista impaciente recién llegado a una nueva ciudad, o puede que como el compañero de trabajo que te presenta a un conocido que se convertirá en tu futuro amigo . Asé es él y así pasea por ti. Pasa -y pasea- rápido, haciendo todo lo que está a su alcance para separarnos de esa comodid
Cinco años juntos. Cinco años de prácticas bilaterales como como cartógrafos novatos. Cinco años dibujando al tuntún esta topografía emocional que hoy nos orienta, nos guía y de vez en cuando hasta nos hace perder el sentido. Y es que hoy hace cinco años menos un día que decidimos borrar todas las fronteras físicas y mentales entre tú y yo, para poder imaginar juntos reinos imposibles e inseparables que este sapo y su princesa pudiesen y quisieran compartir. Y lo primero que compartimos fue un NORTE . Un lugar tan frío y tan árido y distante que jamás querríamos llegar a habitar, pero que tiene que existir siempre, al menos para que apunten sobre él todas las brújulas. En este norte, como en todos los nortes del mundo, a veces se nos perdieron palabras, la mayoría de veces sin querer. Palabras que se nos fueron demasiado lejos, que llegaron donde jamás debieron llegar, tan lejos que merecieron morir de hipotermia, congeladas en la tundra de los silencios dichos y las expresion
Comentarios
Publicar un comentario