Enigmas de un recién estrenado otoño

Octubre son papeles desordenados buscando por sí solos coherencia.

Octubre es la lluvia imprescindible para revivir del tórrido acomodamiento, es lograr disfrutar de las esperas y los autobuses "fuera de servicio" a ninguna parte. Es querer más.

Octubre es inconformismo, es obligarse a sí misma a olvidar lo inconveniente. 

Octubre es hacer del burdeos más que un simple color de esmalte de uñas y barra de labios.

Octubre se compone de las oportunidades fortuitas, de valentía y, cómo no, de los retos más insólitos. 

Octubre es conseguir congelar sentimientos para que aguanten bien todo el invierno. Es el mes de los pasos firmes y los kilómetros insalvables. Es precaución al soñar como si pasara en un semáforo en ámbar, pero a la vez es un no dejar de soñar.

Octubre, bienvenido.





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