El reflejo de toda una generación
Despedimos una semana
frenética de trabajo, viajes y un tiempo que no consigue aclararse.
En ella veía cómo amigas
de toda la vida quedaban para actualizar sus currículos, diversas experiencias
que añadir y cursos que durante los últimos meses de verano hicieron para
engordar su formación. En definitiva: una situación bastante familiar para
jóvenes y no tan jóvenes hoy en día.
- "Modifica el tipo
de letra, que se vea más formal pero no serio"
- "Esa foto no me
gusta, busquemos otra"
- "Cambia el color de
fondo, añade mi último trabajo"
Y entre modificación y
reconstrucción, se abrían una cerveza y con ella, se dan cuenta que han vuelto
a la misma ciudad que dejaron hace 7 años en busca de un futuro. Eligieron
profesiones diferentes, y éstas las llevaron a estar repartidas por toda la
geografía española.
Fueron buenas en lo suyo,
compatibilizando la locura de la vida universitaria con la responsabilidad de
ir a curso por año. Aprendieron idiomas, asistieron a conferencias relacionadas
a sus gremios. Pero sobre todo, disfrutaron aprendiendo de los profesionales
que llevaban más tiempo en sus 'mundillos'.
También hicieron
prácticas, mejor o peor remuneradas, pero siempre teniendo la suerte de ejercer
el rol que en el pasado había prendido la chispa de su vocación. Lo cual fue,
válgase el símil, como si arrojas una cerilla a una habitación rociada con
gasolina: Su vocación ardía en ellas aun más.
¿Y luego qué? ¿Qué hacían
con ese incendio provocado que pedía más combustible? Lo intentaron, pero no
consiguieron encontrarlo.
Y así llegó el momento de
irse al extranjero para compatibilizar más estudios y trabajo, llegaron también
las oposiciones y los trabajos temporales, la disciplina y la constancia que no
ven resultados a corto plazo.
Cambiaron
sus dudas, su plan de presente, y su futuro, pero en ellas siempre apareció la
actitud positiva y las ganas de seguir luchando por compatibilizar sus trabajos
con lo que verdaderamente les gustaba.
Y ahí
están hoy, buscando esa chispa que reavive ese fuego para que de entre las
cenizas renazca su fénix interno.
Porque les han roto sus
sueños, pero ellas saben coserlos siguiendo en activo, sumando nuevas
experiencias y retos, pero sobre todo, a la espera del momento para resurgir en
lo suyo.
Y tú, querido amigo, ¿te sientes reflejado en ellas?
Pues
a ti también te admiro.
Comentarios
Publicar un comentario