Revolución

He venido sin pensarlo demasiado.
Tú ya me conoces y sabrás que, al igual que el resto de mortales, me muevo por impulsos. Los mismos que me llevan a lograr los más gloriosos triunfos, pero también, a cometer los fracasos más estrepitosos.
Siempre hay que arriesgar y pienso seguir haciéndolo hasta el final de mis días.
Nunca me he sentido inferior o estúpida cuando mis impulsos me han empujado a darme un doloroso batacazo con un gran muro de acero (quizá ese muro era la realidad), o peor aún, cuando me han aconsejado que apostase todo por nada. Para ser sincera del todo: Lo prefiero.
Cuestión de principios.
Prefiero haberlo intentado. Conocerme un poco mejor y saber que no soy cobarde y que lucho por lo que quiero, por aquello que siento en cada momento, aunque me tropiece con una derrota.
Así es la vida.
No siempre se gana.
No siempre se pierde.

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