Un día.

Hay un día ya verás, un día que es la hostia.
Ese día todo es bueno; ves a la gente que quieres ver, comes la comida que más te gusta y todo lo que te pasa ese día es todo lo que tú quieres que te pase. Si pones la radio, la música que sale es tu canción favorita, si vas a la tele ese día, por ejemplo,  a un concurso lo ganas todo: el dinero, los viajes, todo. Fíjate bien lo que te digo: todo.
Pasa sólo una vez en la vida, por eso, hay que estar muy atenta no sea que se te pase.
Es como un desvío, como cuando vas por la carretera y hay un desvío hacia otro sitio, pero alomejor vas hablando por el móvil o vas discutiendo o pensando o  lo que sea y no te das cuenta. Y se te pasa, pero ya te jodiste porque no puedes volver atrás
Pues ese día es lo mismo, un desvío. Es muy importante porque puedes elegir por donde va a ir todo, si por ese camino que es nuevo o no. Por eso, tenemos que estar muy atentas porque hay muy pocas cosas buenas y si encima se te pasan porque estás hablando con el móvil o pensando en otra cosa... sería una mierda, una mierda completa.

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