Turbulencias mentales.

Nunca me preocupó hasta que me vi al límite.
No pensé en ello porque no había llegado el momento, pero nunca se sabe cuando puede llegar.
Un precio muy alto, tanto, que no se podría pagar con todo el dinero de este planeta.
Todo y más.
Me arrepiento, no sirvió para nada.
Diría que me da lo mismo que lo mismo me da, pero no es cierto y no acostumbro a mentir.


Buenas tardes.  Aquí estoy con el repertorio habitual. Altavoces a tope M.A.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Romper espejos para reparar reflejos

Sabadell

Insípido mes